Por haberme dado una oportunidad.
Por hacerme feliz cada día, haciendo que cada uno de ellos sea especial.
Por estar a mi lado cuando me he preocupado por los duros exámenes.
Por llamarme la atención cuando he hecho algo incorrecto.
Por escucharme cuando he necesitado desahogarme.
Por el fuego que aportas a mi corazón.
Por cada sonrisa que me has dedicado.
Por respetarme y ser leal conmigo.
Por darme tantas muestras de cariño.
Por ser una rosa sin espinas.
Por iluminar mi vida.
Por no parar de reír cuando estás a mi lado.
Gracias por todo: por existir, por tu amor…
Gracias por los días que vendrán.
TE QUIERO.
¡¡Es un privilegio que dos personas puedan sentir de ese modo tan sincero un amor tan profundo y fiel!!
ResponderEliminarTodavía me acuerdo de tu comienzo, ilusionado y totalmente esperanzado del inicio de una bonita historia y hoy, sigue la llama... ¡¡no dejéis de avivarla juntos!!
Felicidades.
Imanol
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarUn poco más, y tu comentario es más bonito que mi artículo xD. Es broma, qué bonito! La verdad es que no dejamos de avivar la llama, como tu dices. Gracias de parte de Sara y mia, claro, Imanol. Luego me paso por tu blog!
ResponderEliminar